domingo, 10 de marzo de 2013

El Teatro Apolo según Marc Soriano, “clásico, solera y tradición”

Marc Soriano es el encargado de Marketing y Comunicación del Teatro Apolo. Es licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración y en Humanidad y Gestión Cultural. Durante su carrera profesional, ha dirigido compañías pequeñas de teatro, donde ha ejercido diversas tascas relacionadas con el mundo del teatro. Además ha realizado clases de cante, interpretación e improvisación
Actualmente en el Teatro Apolo actúan "Los Morancos". La última función es el 17 de marzo, pero ya se ha anunciado su vuelta en noviembre. ¿Se puede decir que está siendo un éxito?
Dentro de esta coyuntura de la crisis, sí que hay un oasis de rentabilidad, o éxito. Pero es una excepción. El cartel de venta de entradas se colgó la segunda semana, y ya no quedan. Sólo queda en taquilla alguna butaca suelta, o alguna anulación de último momento. Pero eso no está a la venta en plataforma, ya que es "invendible". Es bastante surrealista, de hecho lleva varias semanas siendo líder. Esta última lo ha sido con un 98,10% de ocupación, y hay que tener en cuenta que el teatro tiene 940 localidades. 

¿Cómo explicaría el éxito de los cómicos en el teatro?
La campaña que se ha generado por "Los Morancos" es a nivel estatal, es decir, la agencia que lo lleva y la productora tienen una perspectiva estatal. Por lo tanto no es sólo en Barcelona, sino que llevan proporcionándose por todos los lados. En el caso de Barcelona se ha generado una ansia de compra surrealista. La prorroga viene para intentar calmar esta demanda, que a veces es ansia. Es mucho mejor hacer menos funciones, pero que estén llenas, que no muchas y vacías. 

Dejando a un lado esta excepción, el Apolo habrá notado la crisis, ¿no?
Desde el punto de vista de la trayectoria del teatro yo no puedo dar tanta información, porque solo llevo tres meses. Me parece que el último dato del cuatrimestre del 2012 en todo el Estado Español había bajado un 30% la afluencia del teatro. Hecho bastante dramático. Es un tema de crisis más IVA, es decir la conjunción del aumento de los precios sumado a que la gente tiene menos poder adquisitivo… Y además en este país tampoco hay mucho cultura teatral especialmente desarrollada. 

¿Reciben subvenciones por parte de la Generalitat?
Por política interna del teatro nunca se ha pedido una subvención. No nos parece un buen sistema de sostenibilidad del teatro, ya que si un teatro vive de las subvenciones, el interés está muerto. Hay otros tipos de teatro, por ejemplo el teatro libre, que según que obras tienen tan poco público que sin subvenciones no sobreviviría.  

Entonces será importante hacer una buena programación de las obras que se representarán, para asegurar público. Pero, las obras las suele elegir el teatro o son las compañías teatrales que contactan con ustedes?
Es una mezcla de las dos. El programador es quien decide qué obras vendrán y cuándo, y es quién cierra el acuerdo inicial con la compañía. O evidentemente nosotros también recibimos a diario bastante gente que quiere actuar aquí con más o menos solvencia. Para aceptar las propuestas es como cuando alguien te envía un currículum: depende de cómo te lo envía ya te dice todo.

Y de la parte de la parte del Marketing y promoción de las obras, quién se encarga, el teatro o la propia compañía?
Marc Soriano, en uno de los despachos
del Teatro Apolo
Depende de la obra, cada obra es un mundo. El teatro tiene un departamento de Marketing, que encarno, el cual velará por el beneficio del mismo. Si lo hace un externo yo me he de asegurar que ponen el logo del teatro, y cómo y dónde lo pone. Es decir, he de fiscalizar y supervisar su faena.  Depende de la obra, lo hace el teatro o se hace trabajando connacional y han venido ya de Madrid con una agencia, que se llama ClapEvents. Por lo tanto, ellos ya llevaban la campaña y nos proponen trabajar con ellos. Pero a veces, algunas agencias de comunicación ya tiene acuerdos comerciales con proveedores a los que no puede igualar un teatro.

¿Esta temporada cuándo acaba?
La previsión está cerrada al 23 de junio, con “La cena de los idiotas“. Ahora están “Los Morancos”, luego “Dos caras duras en crisis”, y después esta obra. Aquí ya se hizo la versión catalana “El sopar dels idiotes”. Ahora el montaje viene de Madrid con actores como Felix Suco y David Fernandez. 

Por lo visto, el teatro sigue una línea en cuanto a géneros teatrales.
Ha coincidido que últimamente, también por los tiempos que corren, se hacen bastantes producciones o bien implicadas, como la crisis, capitalismo, etc., o ligera. Los Morancos es un claro ejemplo de la última opción: (esto está fatal, pero vamos a pasarlo bien). Tiene una función social, pero la función es divertir y entretener. El título ya indica que es una obra ligera y cómica, “En Positivo“. Uno de los nombres que se barajaban era “Risoterapia”. 

Los meses de julio y agosto, ¿no hay programación?
Es posible que en julio haya. En agosto normalmente se cierra, ya que también está el tema del Grec, y es difícil hacer teatro a la vez, porque se comen todo. Esto es una polémica. El Ayuntamiento de Barcelona lanza un festival sin contar con toda la red de teatros de Barcelona. Hacen una campaña y una gran programación y eclipsan los teatros que tienen una programación normal. Por lo tanto, en Agosto de cara a la galería se cierra. El motivo es que tenemos un patio de butacas de 940, si se venden solo 25 es dramático, y no solo financieramente. El teatro pierde sentido. La magia del teatro magia es que es en directo y que no se puede encapsular, y además existe un feedback entre el escenario y el público, es un intercambio de energías. 

En sentido, de éxito y captación del espectador, ¿cree que hay competencia entre los diferentes teatros del Paralelo?
Hay cordialidad. Nosotros tenemos buen royo, pero las instituciones las hacen las personas. Por lo tanto, no tienes en cuenta el nombre del teatro, sino a las personas que trabajan en él. Obviamente, hay más relación con algunos que con otros, que quizá están más alejados o llevan otro tipo de teatro más alternativo, y no estamos en el mismo circuito. Pero cordialidad siempre la hay. El mundo del teatro está muy relacionado con el ego, y habrá personas que son muy nobles y otros que estarán más con. Pero es un gremio donde históricamente hay una cierta solidariedad.

El público asistente al teatro, en general, ¿es un público joven o más mayor?
Este teatro tiene una media de 50 años hacia arriba. Primero porque desgraciadamente es el público que está acostumbrado a ir al teatro, y esto en las nuevas generaciones esto no se da. Con Los Morancos hay variedad y se rejuvenece bastante. 

Han pensado en dirigir el teatro dirigido a un espectador más joven?
Principalmente, nosotros queremos hacer teatro y que la gente venga y se lo pase bien. Y llenarlo, no os engañaré, porque es lo viable sin subvenciones. Pero en el fondo, no se puede ser incoherente. Este teatro o el núcleo lleva abierto desde el 1901, y todo lo que ha hecho en estos siglos es revistas, cabarets, que son cosas ligeras de poca profundidad intelectual, que no quiere decir malas. No se puede cambiar de lógica. La imagen de una institución es como una persona, que tiene un discurso y una entidad, y si se cambia de un día para el otro, no tiene coherencia.

Entonces que el Teatro Apolo no disponga de Twitter, está relacionado con la edad del público asistente?
Estructuralmente, esto es así porque se ha renovado el equipo de gestión hace relativamente poco. Ahora la intención es darle sangre nueva al teatro, pero esto es poco a poco. Las cosas de palacio van despacio. Primero por razones internas y administrativas del teatro y por otro lado por coherencia en el discurso. De forma incipiente se ha generado el Facebook del teatro, pero en equipo de gestión solo somos dos personas y no se da a basto. De momento también queremos renovar el logo, hacer una imagen nueva, la Web, y luego ya el Twitter, pero sin cambiar el origen y la trayectoria histórica del teatro.

A pesar de no estar tan inmerso en las nuevas tecnologías, el Teatro Apolo dispone de mucho material sobre diferentes obras que se han interpretado en el teatro a lo largo de los años. ¿Qué material ha encontrado?
Desde documentos de la administración, contabilidad, venta de entradas, fotos algunas de ellas firmadas, pósters y material promocional de las obras. Pero no he ido mucho más allá de la superficie, y no he abierto las cajas. Esto es como las mudanzas, que sabes cuándo empiezas pero no cuándo acabas. No he tenido tiempo de ordenar nada. Si yo estoy ordenando papeles y cosas no estoy contestado los mails, ni haciendo la nueva Web, ni el Twitter, ni estoy lanzando la venta de entradas de “La Cena de los Idiotas”. El coste de oportunidad de ordenar es alto. No he empezado a hacerlo físicamente, pero la intención es hacerlo. 

Y una vez recuperado todo el material, qué se pretende hacer con él?
Cuando se ponga en valor el material del que disponemos, la intención es poner un vinilo con las obras que han pasado, para que la gente te de cuenta que no está entrando en un teatro cualquiera. Es una forma de poner en valor historia del teatro con material que solo tenemos nosotros. Entre otras cosas se dice que Linan Morgan empezó aquí, no lo he contrastado, pero de ser así esto se ha de decir, que la Concha Velasco uno de sus primeros debuts fue en el Teatro Apolo, si es así tenemos una foto del 1964 firmada.

Con tanto material y la historia que usted ya sabe del Teatro Apolo, ¿cómo lo describiría?
Lo primero que se me ha ocurrido es clásico, solera, tradición, Paralelo. Las tres primeras las sintetizaría en una, clásico, y luego Paralelo.

¿Al Paralelo de finales del siglo XIX y principios del XX, qué adjetivos le dedicaría?
Yo daría la mano derecha por pasar una noche. Lo describiría como popular, vivo, orgánico. Cuando digo orgánico me refiero a espontáneo.

¿Y si tuviera que definir el Paralelo contemporáneo con un solo término?
Recuperación. El Paralelo era una zona de la ciudad a escala europea. Era una marca de Barcelona, un referente, un pionero,...y como ciudadano recuperar el teatro en general y la cultura siempre es positivo, porque es algo icónico. Pero no se volverá mas a los años 30 cuando el 76% de los locales del paralelo eran directa o indirectamente vinculados al teatro de los años 30 . Me gustaría que se hiciera una recuperación de una forma real, que se revitalizara para que sea fuera real y no un museo. Por ejemplo, en el caso del Teatro Arnau, abrirlo para hacer cosas de calidad, pero no abrir por abrir. 

Para acabar, y después de valorar su experiencia en el mundo del teatro, ya sea como actor, como productor, encargado de Marketing, etc., ¿qué balance hace del teatro?
Yo creo que debería ser obligatorio en las escuelas hacer teatro, o opcional. Experimentar lo que es ponerse en la piel de otro es muy interesante. Actuar no es solo leer un texto, si te lo tomas enserio es vivir y pensar como lo hace otra persona. No deja de ser un ejercicio de empatía. 


ParaleloAccion
Carolina Pons, Rocío Santaeufemia e Iris Vieiros

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