viernes, 8 de marzo de 2013

Toni Albà, imitador del Rey de España en "La Familia Irreal": "Hacer teatro es hacer el arte de todas las artes"

Toni Albà es un cómico, actor y director teatral español. Nacido en Vilanova y la Geltrú, se formó en diferentes escuelas de Teatro, empezando en El Timbal con asignaturas como mimo y pantomima. Posteriormente completó su formación teatral en París, en la escuela de Jacques Lecoq. Imitador de personajes en Crackòvia y Polònia como Mourinho, actualmente protagoniza el musical de "La Familia Irreal" que se está representando en el Teatro Victòria. 

¿Cómo empezó su carrera profesional?
En cou me apunté a un curso de mimo que hacían en Barcelona y en el año 80 comencé profesionalmente. Acabé cou y la selectividad y en verano comencé a estudiar en París y en seguida encontré trabajo. Había mucha gente que estudiaba teatro pero éramos muy pocos comparado con ahora. Empecé a hacer algunas cosillas: teatro, tele, substituciones... De hecho, yo de pequeño quería ser veterinario o biólogo, pero las mates y las ciencias me destrozaron y me hicieron desistir. Entonces dije: voy a hacer lo segundo que más me gusta, que es el teatro.

¿Por qué decidió dedicarse a la comedia? 
No lo he decidido, he tenido la suerte de hacer siempre lo que he querido. Hago creación, que es lo que más me gusta. Sí que me ha tirado más lo cómico, pero yo he hecho cosas que son muy serias. Y, además, es muy curioso, porque me he dado cuenta que para hacer una buena comedia tienes que tener una buena tragedia detrás, es decir, tener un buen planteamiento dramatúrgico en el que estén implícitos los actores y personajes, que tengan problemas que resolver cuanto más serios mejor. Hay una obra que hago desde el año 86, aunque ahora mismo no, que hacen actualmente en Chile y trata sobre las dificultades de un actor al que ha abandonado toda la compañía porque la subvención no ha llegado y él tiene que tirar adelante una obra de Shakespeare que lo haga triunfar. Tiene que hacer una adaptación de la obra solo con dos actores, él y otro sustituto que finalmente llegará. Uno quiere hacer la obra como sea, se deja la piel, y el otro no tiene ni idea de teatro. Uno quiere hacerlo bien y el otro quiere que el otro lo haga bien. Esa confrontación hace reír mucho a la gente. Me he decantado por la comedia pero también dirijo cosas trágicas, aunque me he dado cuenta que cuando quieres decir cosas importantes riendo llegan mejor. Shakespeare, que es el más grande dramaturgo que ha existido, combinaba muy bien las partes trágicas con puntos intermedios en los que aparecían clowns. De esta forma el público tenía una catarsi para reorganizarse y después volver al momento trágico, y así volver a crecer. Así puedes comenzar de cero y jugar con el espectador.

¿Ha pensado en cambiar de género?
No, porque me gusta mucho hacer reír tanto actuando como dirigiendo y son cosas de aquellas con las que te encuentras bien. El público lo aprecia más. Con la tragedia pienso que hay gente que lo hace mejor que yo, así que ya lo harán ellos. Me interesa mucho hacerlo, pero también pienso que sé hacer otras cosas.

¿Ha tenido algún referente en el mundo del teatro?
Muchos, porque tienes que pensar que siempre hay gente que te gusta más o menos. Para mí Philippe  Caubère es impresionante, un latinista encima del escenario. Como actor es un monstruo. Pero también hay muchos directores, incluso mi profesor en la escuela de París, Jacques Lecoq, que me enseñó casi todo lo que sé hacer, era un maestro y me enseñó a crear. 

¿Qué es lo mejor que le aporta el teatro? 
El teatro para mí es mi vida. Gracias a hacer teatro aunque yo no pude ser biólogo puedo serlo, puedo ser médico, aprender cosas para hacer creer que soy eso. Puedo hacer de Rey, de Papa, de Mourinho, puedo hacer ver que soy muchas cosas. Son personajes que observo por la calle, observo el acento y voy copiando diferentes cosas y creando el personaje. Los hago tal como son, no busco en mi interior, sino que los copio. Esto es una de las cosas que más me gustan del teatro. La otra es que puedo jugar como lo hacía de pequeño. Como actor juego y eso me permite crear y explicar historias, que es lo que más me gusta. Es lo que hago en un escenario, en un teatro, con otros actores, compañeros de trabajo y música: hacemos historias que no están pasando realmente para emocionar a la gente, hacerles reír y llorar y el teatro no es solo eso, son muchas otras razones. Hacer teatro es hacer el arte de todas las artes, en el teatro están representadas tanto la danza como el baile, la literatura o la música. Para mí cada función es única, de esa manera solo sale una vez porque aunque se parezcan las unas con las otras no son iguales. Para mí es la mejor profesión.

Actualmente está representando la "La Familia Irreal" e interpreta al Rey ¿Cómo está siendo esta experiencia de casi 4 meses?
Es muy divertido, nos lo pasamos muy bien. Cuando hacemos Crackòvia y Polònia siempre tenemos la impresión de hacer una gamberrada cada día, siempre vas al límite. Aquí pasa lo mismo, aunque sea la misma obra, al ser de actualidad cuando nos enteramos de cosas que van pasando cada día cambiamos la función un poco, se van añadiendo cosas. Hay días que pruebas cosas nuevas, y en esto el director nos deja carta blanca, que decimos. Nos lo pasamos pipa y encima vemos que la gente responde, que cada día viene público y que vienen a reír, a pasárselo bien.

¿Es monárquico?
No, curiosamente soy republicano. Viví muchos años en Francia y ya no lo era. Pienso que la República es lo mas cercano a la Democracia, escoger a alguien que queremos que nos represente. Los reyes en la historias siempre habían salido a la fuerza: como tengo la espada más grande y corto más cabezas gano. Ahora ya no es así, pero los republicanos pensamos que hay sitios en el mundo que funcionan mejor como las Repúblicas de Alemania y Francia.

¿Le gusta hacer de rey?
Soy republicano pero cuando hago de Rey le miro dramatúrgicamente, y es una mina. Un señor como él, que vive cómo el vive y con su físico, tiene el punto. Para mí es una mina. Además, le coges empatía a los personajes que imitas. He interpretado a Aznar, a Artur Mas... y les acabas teniendo empatía y te hacen emocionarte, de cierta manera les coges cariño. Me gusta hacer de Rey, me lo paso teta. Llevo haciendo de rey 11 años. "La Familia Irreal" es la cuarta función en la que hago de rey después de audiència breu, els bufons del regne y protocol per als camaleons. 

¿Qué dificultades presenta hacer de rey?
La verdad me costó muy poco, lo hice en siete días. Toni Soler me ofreció hacer otro personaje. Me fui de vacaciones de fin de año a Ciutadella, Menorca, y al llegar me encontré con Toni, que me preguntó si me atrevía a hacer de rey. Fue cuestión de cuatro cosas, cuatro detalles, él era muy diferente de ahora, más calmado.

Representar este tipo de obra, en la que se comedia la Familia Real puede llevar lugar a críticas. ¿Es un tema tabú?
En la televisión hacen cosas más fuertes y van más enserio que los que estamos aquí. Lo que pasa es que es cierto que yo pienso que este espectáculo en España funcionaría de forma diferente, porque nosotros, los catalanes nos reímos de todo, hasta de nosotros mismos, somos así. Yo he actuado como Rey en España y es diferente, aunque al teatro va mucha gente y la gente del teatro es diferente. Son gente culta que vienen con otra visión, vienen a disfrutar las cosas de otra manera.

¿Cree que se tendría que fomentar más la libertad de expresión y que se dejaran los tabúes?
Es muy necesario, es decir, con la Familia Real hay muchos tabúes aún en la sociedad. La libertad de expresión es un Derecho Fundamental del hombre que dice que el ser humano puede expresar lo que quiera, tiene que poder decir lo que quiera. Si lo comparamos con respirar, nadie nos puede poner límites a respirar, es un derecho natural. Si alguien limitase que la gente pudiera respirar le acusaríamos de criminal. Ahora bien, la libertad de expresión acaba donde entran otros factores: por ejemplo no permitir que podamos calumniar a alguien para causar un daño, eso la ley no lo permite. Decir no es agredir, podemos pensar diferente y picarnos y seguir pensando diferente, con ánimo de broma pero sin ofender. Cómo utilices esta libertad de expresión depende siempre del sentido común, se tiene que tener sentido común. Todo el mundo tiene la libertad de hacer las cosas y el resto tiene la libertad de no mirarlo.

¿Alguna vez han recibido quejas de la Casa Real?
Cuando empezamos en 2002 recibimos quejas de la Casa del Rey. Espectadores de Cataluña se habían quejado a Madrid diciendo que había gente que hacía un programa en tv3, una televisión pública, que se burlaba del Rey. Cuando comenzamos con Buenafuente en Antena3 teníamos una sección que se llamaba "borbonmanía", como "bricomanía" pero presentado por el personaje del Rey, que yo interpretaba. Llamaron de la prensa de Casa del Rey y nos pidieron elegancia. Lo que hicimos fue pintar todas las herramientas doradas y ponerle unos guantes blancos al Rey con los que hacía bricolaje, súper elegante.

¿Cuál ha sido el personaje que más le ha costado interpretar?
Es curioso que hay muchos que no cuestan de hacer. El día que hice de Mourinho solo me hizo falta ponerme la peluca y mirarlo en vídeo y ya me salía solo. Hay otros que sí les tienes que buscar el tic para acabar de cogerlos. Hay personajes que es difícil encontrarles la comicidad. Pones caras, intentas buscar actitudes para conseguir la risa y cuando más te dedicas a un personaje más fácil es. El de Ratzinger fue verlo y me salió solo. No hay secretos, solo trabajar y trabajar.


Toni Albà para ParaleloAccion


ParaleloAccion
Rocío Santaeufemia, Carolina Pons, Iris Vieiros

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