El local de conciertos del Paralelo, la Sala Apolo ha decidido hacer frente a la crisis con nuevos proyectos a pesar de la bajada de actuaciones. “Si la gente no viene a los conciertos, hacemos que venga”, señala María Sagrera, encargada programación y marketing. La Sala alquila sus recintos a un precio inferior al coste real. El negocio se consigue através de las copas que consumen los asistentes, que se espera que beban al menos una cerveza. La media por persona está en 3,5€ por concierto, pero dependiendo del estilo musical el consumo varia. Según los barómetros que realizan los encargados del bar, el público de metal y música electrónica consume más que el de música folk y jazz.
Los conciertos han bajado notablemente en las últimas temporadas. En la sala grande se realizan 3 o 4 conciertos por semana, y unos 350 al año. En la Sala 2 se ha pasado de una media de 1,5 conciertos al día a hacer 5 o 6 a la semana. Esto ocasiona tantas pérdidas que la mayoría de las promotoras que contrata a los grupos acaban cerrando. Además, a la Sala le interesa menos traer a grupos pequeños, a pesar de ser su política, porque saben que les generará más pérdidas.
Las subvenciones que se prestaban por parte del Ayuntamiento es otra de las cosas que han disminuido. Tal y como indica María Sagrera, cada vez cubren menos y son más difíciles de conseguir. La Sala Apolo busca otras alternativas para mantener a su público, y para ello realizan un marketing más directo. La última novedad es el Carnet Apolo 113, que es gratuito y contiene prestaciones como descuentos en algunos establecimientos de discos de Barcelona y en conciertos propios. Según María Sagrera, “al final con la crisis lo que has de hacer es darle al coco, poner el doble de esfuerzo y adelante, porque si te quedas quieto las cosas sí que irán mal”.
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| Fotografía de la entrada de la Sala Apolo / ParaleloAccion |
Carolina Pons
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